'Máximo riesgo': Escalar en manga corta
Sylvester Stallone y Janine Turner. |
Algunas películas utilizan el deporte como excusa para contar algo que no tiene nada que ver con los valores, las realidades o las normas que rigen las prácticas deportivas. El deporte, es esos casos, sirve para que el protagonista presente una estética determinada o para que la trama tenga un mínimo sentido. Solo eso. Y, por supuesto, ni hace bien al deporte, ni aporta nada relevante, ni ayuda en nada a los practicantes.
Toca hablar de ‘Máximo riesgo’ (‘Cliffhanger’,
1993). Esta película firmada por el realizador Renny Harlin, siempre eficaz y
astuto al trabajar, utiliza el mismo vehículo que ‘Everest’ (Película infinitamente mejor que esta) para poner en
marcha la máquina narrativa. Se apoya en el alpinismo de principio a fin, pero
las suertes son diversas. La película de Harlin es un auténtico desastre en
muchos aspectos, entre ellos, el deportivo. Habrá quien diga que la película se
deja ver, que es entretenida aunque, advertimos, es un trabajo para
espectadores muy poco exigentes, para público que busca algo con lo que no
tengas que pensar ni un instante.
El protagonista es Sylvester
Stallone. Tras los desastres de ‘Oscar’ y ‘¡Alto, o mi madre dispara!’, dos
películas nefastas; Stallone decidió escribir un guion para salir de ese pozo
en el que estaba metido hasta el cuello. Junto a Michel France escribió,
efectivamente, un guion. Hay que decir que un texto como ese lo puede escribir
casi cualquiera. Incluyes a una chica, diez o doce cajas de granadas de mano,
siete millones de proyectiles, un par de aviones que puedas destrozar, un par
de escenas improbables e impactantes, un malo espantosamente malo rodeado de
secuaces espantosamente más malos que el malo y un final feliz y ¡voilà! Si
tienes unos cuantos millones de dólares de más, el círculo queda cerrado. Ya
eres Sylvester Stallone. Ah, no. Para eso hay que tener la cara inexpresiva,
mucho músculo y ser mal actor.
Sylvester Stallone |
Lo que cuenta ‘Máximo Riesgo’ es
un disparate increíble en el que un avión se puede estrellar y los malos que
viajan dentro no tener ni un rasguño, en el que un alpinista puede escalar un
pico importante en camiseta de tirantes a una temperatura de varios grados bajo
cero (o con un jersey, da lo mismo), en el que te dan una paliza de muerte por
ser el bueno y por la que los daños son inapreciables, en el que un grupo de
mafiosos sube picos con las zapatillas de andar por casa... En fin, será muy
divertida, pero mejor no pensar en ella. Como curiosidad, he de recordar que la
película estuvo nominada a cuatro premios Razzie, es decir, los premios con los
que quedas marcado como peor película, actor, actriz o lo que sea, del año.
Stallone, ‘Sly’ para los amigos,
se pidió el personaje principal porque para eso escribió el guion. Un tipo que
se dedica al rescate alpino capaz de subir paredes de cientos de metros de
altitud con una mano detrás. Tiene una experiencia terrible en uno de los
rescates que tiene que realizar y se retira dejando empantanado a todo el
mundo, incluida su chica (Janine Turner). Pero en el mundo hay muchos malos a
los que vencer. Y un grupo de ellos es capaz de robar una cantidad
completamente insultante al gobierno de los Estados Unidos de América y alguien
tiene que hacer justicia (la escena del robo incluye la bajada de un avión en
vuelo a otro con una tirolina por la que el especialista Simon Crane cobró un
milloncito de dólares). Pero como los malos no tienen ninguna posibilidad y
menos en las películas de Stallone (para eso él escribió el guion), el avión se
cae y las maletas con las pasta quedan esparcidas por las montañas nevadas (la
película se rodó en Cortina D’Ampezzo, es decir, en los Alpes dolomitas
italianos; en la película la acción la localizan en las Rocosas). Entonces lo
malos (encabezados por el actor John Lithgow), hacen de las suyas y lían a los buenos
para que les rescaten (aquí aparece Stallone llamado por el deber) y, más
tarde, para obligarles a encontrar las maletas llenas de dinero. Avalanchas
provocadas por los disparos de los mafiosos, peleas desiguales que terminan
ganando los buenos, helicópteros, escenas tan espectaculares como vacías de
contenido, amistad en grado superlativo, cuerdas de más de sesenta años que
aguantan el peso de dos personas que se balancean de un lado a otro (se rompen
en ese momento en el que el héroe ya tiene los pies en el lugar exacto y la
dama está a salvo).
¿Esto ayuda a que el alpinismo
mejore? Creo que lo que ayuda es a que cualquier insensato crea que lo que hace
el personaje de Stallone lo puede hacer él mismo. Poco más. ¿Debe el deporte
utilizarse para contar estas tonterías? Ni el deporte ni nada de este mundo.
¿Se puede ver la película? Yo he avisado.
Nirek Sabal
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