Ursula Andress en una escena de la película. |
Ian Fleming escribió su novela ‘Dr. No’ en 1958 y Terence Young dirigió la adaptación ‘Agente 007 contra el Dr. No’
en 1962. Es el germen de lo que fue el cine de acción. Los espías ya nunca
fueron lo mismo. Ni lo serán nunca.
La película tiene un punto de
inocencia, de candidez, que la hace encantadora. Casi todo es explícito para
que la trama sea entendida y disfrutada. No hay grandes ingenios para que el
agente 007 salga bien parado de los problemas, los efectos especiales son los
de la época (muy limitados entonces), la sangre es poca cuando la muerte es
violenta (la película se encuadra bien en el canon del momento). Pero, a
cambio, encontramos a uno de los personajes mejor dibujados de todos los
tiempos. Y al actor que mejor ha interpretado este personaje. Sean Connery será
siempre James Bond, el mejor de todos ellos.
Sean Connery. |
Le encontramos, por primera vez, jugando y ganando. Elegante. En un gran casino. Antes de salir de allí corteja a la mujer que acaba de arruinar. El jefe del MI6 le reclama. Filtrea con Moneypenny y ella se rinde a sus pies. Ante su superior se muestra cínico hasta más no poder. Intenta evitar que le impongan nuevas armas o ingenios de espía. Y, luego, sagacidad, inteligencia, intuición, más cortejos. También, a cambio, nos encontramos con la primera chica Bond de la historia. Una arrebatadora, explosiva e inolvidable Ursulla Andress que interpreta el personaje de la cándida Honey Ryder.
Sean Connery. |
007 es autosuficiente, irónico, despiadado, capaz de hacer cualquier cosa ante una situación de peligro. Pero es el bueno de la película. Se le perdona, incluso que sea un gran misógino. Entre otras cosas porque los villanos a los que se enfrenta son casi demoniacos. En esta película es el Dr. No con el que tiene que jugarse el cobre. Joseph Wiseman es quien encarna este personaje. Su condición como integrante de la organización Spectre es lo que mejor define al Dr. No y hubiera sido un gran acierto explorar más en su consciencia (en la novela de Fleming se apunta cómo es este sujeto y da miedo). Al fin y al cabo, no todo el mundo quiere destruir el planeta.
La banda sonora de la película
incluye el archifamoso tema de Bond compuesto por Monty Norman y que ha
acompañado al espía desde ese momento en toda la saga.
Maravillosa e imprescindible
película.
G. Ramírez