'Zodiac': Excelente thriller sobre una obsesión
La importancia de 'Zodiac' es que
es una película alejada de los territorios comunes que tanto se transitan en
las películas que tratan asuntos que tienen que ver con los asesinos en serie y
con las investigaciones policiacas. El ritmo narrativo, sin que ocurra nada
deslumbrante o especialmente inquietante, no decae en ningún momento aunque hay
que advertir que el realizador se toma su tiempo para contar lo que quiere. La
primera hora y media es, en ese sentido, soberbia. La tensión que se vive
cuando uno de los personajes en el último tramo de la película baja a un sótano
con un sospechoso es brutal. La película se salpica de escenas inquietantes, de
momentos descorazonadores, de imágenes perversas.
Pero es verdad que habrá
espectadores que dirán que la película es lenta y que la obsesión que nos
relatan es reiterativa en exceso. No les faltará razón porque lo que David
Fincher, junto con el guionista James Vanderbilt, nos quiere contar es la
obsesión de los personajes que quieren escapar de un laberinto creado por un
asesino en serie. La ficción trata de recrear la realidad y una obsesión es lo
que.
La puesta en escena de Fincher es
elegante hasta más no poder. La dirección actoral sobresale sobre todo lo demás
y los actores principales (todos masculinos) entregan un trabajo estupendo.
Destaca Robert Downey Jr. encarnando el papel de periodista excéntrico, bebedor
e iluminado. Pero Jake Gyllenhaal, Mark Ruffalo y Anthony Edwards consiguen
defender sus papeles sin dificultad alguna. El vestuario, la iluminación, el
maquillaje o la peluquería, muy bien. Cada cosa hace el papel que toca y todo
está perfectamente ordenado en esta película.
Lo que cuenta 'Zodiac' es la historia de una obsesión protagonizada por dos policías y dos empleados de un periódico. De 1966 a 1978, un asesino en serie provocó un enorme pánico entre la población de San Francisco. Envió cartas a diferentes redacciones y anduvo jugando con todos sin que le descubrieran. Se le conoció como ‘El asesino del zodiaco’. Nunca se pudo descubrir su identidad.
Si alguien piensa en esta
película como el thriller en el que hay persecuciones, espectáculo emocionante
y crímenes creativos, que vaya eligiendo otra cosa. Esta película no es la
suya. En esta lo que va a encontrar es una planificación de cada escena
riguroso y minucioso, una historia enredada sobre sí misma, unos personajes que
van creciendo y evolucionando poco a poco. Y un arranque de hora y media fuera
de lo normal en cuanto a tensión se refiere. Porque no hay excesos de sangre ni
crueldad aunque cada asesinato logra poner los pelos de punta.
Acompaña la acción una banda
sonora que no invade en ningún momento territorios que no son suyos y se
agradece que no se utilice para marcar tempos que no corresponderían a un guion
como este.
Es posible que, pasados unos
años, esta película se mire como revolucionaria, como verdadera obra de arte
del cine. Es el tiempo el que permite que eso suceda sin que existan
equivocaciones. Es sin duda una de las mejores películas estrenadas en lo que
llevamos de siglo.
G. Ramírez
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