'007 Al servicio secreto de su Majestad': Bond es humano
Telly Savalas y George Lazenby. |
Por primera vez, se producía un
cambio de cara en el actor principal. Sean Connery dejaba su puesto a George
Lazenby (la edad no perdona y el aspecto de cuarentón del primer actor que
encarnaba al espía no casaba con el aspecto del agente británico). Lazenby no
tenía experiencia delante de la cámara (era modelo) y esto es algo que se deja
notar en algún episodio de la película. Eso sí, porte no le faltaba. Y, además,
estupendo. Es difícil no hacer el ridículo cuando te pones un traje escocés y
estás frente a la cámara rodando con bellas señoritas. Ese porte, también,
ayudó mucho a que las coreografías de las escenas violentas luciesen
verosímiles. Aunque a decir verdad, este 007 era algo sosito, algo despistado.
En cualquier caso, Lazenby es más
risueño que su antecesor y defiende un papel que se ajusta al personaje de Ian
Fleming (la película es adaptación de la novela homónima), lo que significa que
aparece el personaje en plenitud. 007 siente tristeza, pena, se enamora, es
irónico, valiente aunque temeroso cuando es necesario. Y, ni siquiera, utiliza
gadgets. El resultado es, a pesar de las eternas discusiones, mucho más
completo de lo que algunos dicen que es. Es verdad que la interpretación de
George Lazenby estuvo por debajo de la de Diana Rigg, pero, lejos de ser un
problema, aporta un toque desconocido a la saga. Rigg es la chica Bond más
valiente, intrépida y fascinante. Tal vez sea porque encarna a la hija de un
criminal. Tal vez por ser capaz de enamorar locamente a James Bond. Su personaje,
Tracy, es muy completo. Igual que el trabajo de la actriz. La pareja Tracy-007
funciona a la perfección y, por suerte, la importancia de ambos queda a la par.
‘007 Al servicio secreto de su
majestad’, nos presenta a un Bond rechazado por M. Termina aliándose con un
criminal (Marc Ange Draco, padre de Tracy, interpretado por Gabriele Ferzetti)
para que le facilite el paradero del villano más buscado. A cambio, Draco le
pedirá que salga con su hija porque incluso los mafiosos y criminales tienden a
cuidar de sus hijos.
Diana Rigg y George Lazenby. |
El objetivo es acabar con las maldades de Ernst Stavro Blofeld, líder de Spectre. Telly Savalas encarnaba este personaje y lo hizo más que bien. Le acompaña como villana su inseparable Irma (Ilse Steppat). En esta película, los villanos corren riesgos al participar de forma activa en las persecuciones y atentados.
La trama de la película se
desarrolla con buen ritmo. La fotografía es excelente y busca distintos planos
para realzar las características de los personajes con acierto o generar
sensaciones ajustadas al momento narrativo (sobre todo planos cenitales).
La partitura de John Barry es
espléndida e incluye la última canción que grabó Louis Armstrong (‘We have all
the time in the world’).
Los efectos especiales y visuales
son de gran nivel. Del mismo modo, los efectos de sonido convierten cada escena
violenta en un momento de gran brutalidad.
Moneypenny vuelve a ser Lois
Maxwell (la mejor de la historia); Q fue Desmond Llewelyn; y M. Bernard Lee.
Peter R. Hunt, a pesar de su falta de experiencia en ese momento, hizo un
excelente trabajo. Quizás, el único borrón importante es la escena en la que
Bond comparte mesa con un grupo de chicas en la clínica de Blofeld.
‘007 Al servicio secreto de su
majestad’ es una de las mejores películas de la saga. Un buen 007, una chica
Bond extraordinaria, un villano malo malísimo, Moneypenny llorando, una trama
bien tratada, una música exquisita, un final nada convencional. Una película
que ha envejecido mucho mejor que otras que no han sido tan criticadas siendo
peores.
G. Ramírez
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