'Vidas pasadas': Los fantasmas de todos en busca de un Oscar

by - marzo 10, 2024

En ‘Ulises’ de James Joyce podemos leer cómo define el autor lo que es un fantasma diciendo que es ‘un hombre que se ha desvanecido hasta ser impalpable, por muerte, por ausencia, por cambio de costumbres’. Y esta idea de muerte permanente a la que estamos sometidos cada vez que nos echamos a dormir, la imposibilidad de volver a ser lo que ya hemos sido, es la que envuelve toda la película escrita y dirigida por Celine Song ‘Vidas pasadas’ (‘Past Lives’, 2023).

Comienza la película con la imagen de tres personas conversando en la barra de una cafetería, dos hombres y una mujer. Unas voces en off se preguntan qué tipo de relación tienen entre ellos. La cámara se va moviendo hasta que se queda anclada en el rostro de ella. En un minuto (como un buen relato en el primer párrafo) la cámara de Song nos ofrece la clave para entender de qué va lo que nos va a contar. Es ella la personaje principal, es la vida de ella la que vamos a mirar, son todos los fantasmas que es ella los que tendremos que disfrutar. Con un guion estupendo y un lenguaje visual cargado de narrativa expresiva, Song nos arrastra hasta la vida de Nora. No deja de ser paradójico que esa narrativa de la película se convierta según avanza el metraje en poesía pura porque la poesía es esa forma de decir las cosas que no admite reemplazo, las cosas solo se pueden decir de una forma exacta y la poesía se encarga de ello. Song busca encuadres en los que contrapone a los personajes con la realidad. Algunas secuencias, algunas imágenes, son de una belleza tan aplastante como sencilla. Poesía pura.

Lo que nos cuentan es cómo una familia emigra desde Corea del Sur a Canadá. Y cómo Nora evoluciona personal y profesionalmente. Se instala en Nueva York y contacta con un joven que fue su primer amor siendo una niña y viviendo en Corea. Los asuntos que se tratan son diversos: la soledad del extranjero, la necesidad de integración o la búsqueda de una solución a la ausencia aunque solo son vehículos que nos lleva al centro del relato: Somos fantasmas y nunca seremos nosotros más de un corto espacio de tiempo.

No podemos ser lo que fuimos es una de las ideas que se defienden en el guion de 'Vidas Pasadas'

Greta Lee es Nora. La actriz encarna su personaje con decisión, con delicadeza, aguantando primeros planos sin inmutarse. El lenguaje corporal de esta actriz está muy bien desarrollado. Por su parte, Yoo Teo es Hae Sung, un hombre que se niega a que el destino le sea desfavorable sin saber que eso no se puede resolver casi nunca. Está muy bien en su papel este actor, muy creíble. John Magaro, tercero en discordia, tiene un papel más corto y menos propicio para el lucimiento, pero su actuación es solvente.

La fotografía es muy bonita por su luminosidad y sencillez. El trabajo de sonido es especialmente acertado y se logran efectos muy naturales (la fotografía también lo es). El montaje facilita la comprensión de lo que nos cuentan y logra un efecto que va de la celebración del amor a la tristeza infinita. Y es que ese final que parece que va a ser más anodino de lo que se esperaba termina dando forma a una tristeza anunciada desde muy pronto gracias al trabajo del montador.

La banda sonora es estupenda. Dieciséis cortes intimistas y delicados que acompañan muy bien la acción y el estado de ánimo de los personajes.

Seria candidata a ganar un Oscar.

Gabriel Ramírez

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